200 grs. de queso manchego
3 cucharadas de harina
1 cuchara pequeña de agua
85 grs. de pan rallado
Aceite de girasol
1 huevo
Sal y pimienta
Preparación:
Lo primero que se debe hacer es cortar el queso en trozos triangulares o tacos de unos 2 cm. de grueso.
Se debe poner la harina en una bolsa de plástico y salpimentar. Cascar el huevo sobre un plato y batirlo junto con el agua. Poner el pan rallado en un plato.
Hay que pasar los trozos de queso por la harina, procurando que queden bien cubiertos, después sumergirlos en el huevo batido y finalmente rebozarlos bien con el pan rallado. Se deben poner en un plato grande y reservar en el frigorífico hasta que vayas a freírlos.
Cuando llegue ese momento, calentar abundante aceite de girasol en una sartén grande, hasta que un dado de pan se dore en 30 segundos.
Freír los trozos de queso, en tandas de 4 o 5 para que la temperatura del aceite no baje, y darles la vuelta una vez, de 1 a 2 minutos, justo hasta que el queso empiece a fundirse y estén intensamente dorados por todos los lados.
Antes de freír una nueva tanda, hay que fijarse que el aceite está bastante caliente.
Una vez frito, retirar el queso con una rasera y dejar que se escurra sobre papel de cocina.
Servir caliente con palillos para pincharlos.
Buen provecho.
Receta por Adela Jiménez
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